Ordenación episcopal y toma de posesión de D. Antonio Valín Valdés
20 de xullo de 2024 en la catedral de Tui
«Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles;
Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas» (Salmo 126)
Hermanos y hermanas:
La sabiduría de los salmos blinda y purifica el corazón del creyente. La Iglesia, nuestra madre, lo sabe; por eso pide a los consagrados dedicar una parte importante de su vida al Oficio Divino y los sacerdotes prometemos solemnemente en nuestra ordenación rezar diariamente las horas canónicas.
La confianza en el Señor es el fundamento de toda acción pastoral y al pastor le compete vivirla en primera persona y pedirla para todo el Pueblo de Dios.
En este momento de mi vida, al recibir con profunda alegría a nuestro nuevo pastor, siento más que nunca la importancia de la docilidad a la acción divina en mi vida y en la vida de la Iglesia. El papa Francisco nos repite una y otra vez el peligro que supone el sucumbir a la tentación de poner nuestras fuerzas, nuestros planes, por encima de la iniciativa de Dios.
El Señor, a través de su Iglesia, nos envía a D. Antonio como pastor de nuestra Diócesis de Tui-Vigo. Su persona y su ministerio son para nosotros la señal de la predilección de Dios. El Señor nos hablará a través de sus palabras, de sus gestos y de todo su ministerio episcopal.
La Iglesia nos convoca hoy en nuestra catedral para celebrar junto a D. Antonio el misterio insondable de la Eucaristía y del Sacerdocio, que en su persona se constituye para nosotros en mediación privilegiada de salvación.
Con toda la Diócesis damos gracias al Señor y a la Iglesia por el don precioso de nuestro nuevo pastor y lo encomendamos a la misericordia divina, a la protección de la Madre de la Esperanza y a la intercesión de san Telmo, nuestro Patrón.
Por mi parte, como obispo emérito, os doy infinitas gracias a todos por vuestra ayuda en estos años compartidos y por vuestra fidelidad al Evangelio. Os pido perdón por tantas flaquezas y por mis errores. Con todos vosotros y en comunión con nuestro pastor, D. Antonio, seguiremos juntos en el servicio gozoso del Pueblo de Dios que da la vida y aliento a esta Diócesis de Tui-Vigo.
Muchas gracias, muchísimas gracias,