25 de abril de 2024

,

San Marcos
25 de abril de 2024

,

San Marcos

Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino | Mensaje para el Día del Seminario

Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino | Mensaje para el Día del Seminario

Queridos hermanos y hermanas:

El Día del Seminario que celebraremos los días 19 y 20 de marzo constituye una oportunidad inmejorable para dirigir nuestra mirada agradecida a los seminarios de nuestra diócesis, reviviendo el asombro de lo que el Señor sigue realizando en ellos para el bien de nuestra diócesis y de toda la sociedad. Y es que entre esas cuatro paredes, un grupo pequeño de jóvenes está acogiendo y cultivando la llamada que el Señor les ha hecho para formarlos sacerdotes según su corazón.

Esta jornada nos incumbe a todos: el presente y el futuro de nuestra diócesis pasa, en gran medida, por la realidad de las vocaciones sacerdotales. Aproximarnos a la biografía y a la historia vocacional de los seminaristas nos permite constatar cómo detrás de ellos está siempre una buena red de rostros, encuentros y acompañantes que han creado el ambiente favorable para poder escuchar, acoger y secundar la llamada a seguir al Señor en la vocación sacerdotal. Por tanto, es urgente que construyamos entre todos una auténtica cultura vocacional, es decir, un ambiente eclesial que favorezca la escucha del Señor, que acompañe y se comprometa con la hermosa tarea de ayudar a que nuestros jóvenes se dejen alcanzar por la voz de Jesucristo. ¡Nosotros debemos ser los ecos de esa voz para ellos!

La pandemia del Covid nos ha precipitado y metido de lleno en una grave crisis de sentido:  se  multiplican  no  pocos  interrogantes,  ante  los  cuales,  solo  el  Señor  puede  dar  una respuesta que arroje una esperanza cierta, abriéndonos a un horizonte de renovada ilusión. ¿No os parece maravilloso, casi milagroso, que Dios siga contando con jóvenes para sembrar esta semilla de vida nueva en medio de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad, a veces, tan cansadas, casi agotadas?

Deseo que vivamos con especial intensidad este nuevo Día del Seminario. ¿Cómo hacerlo? En el silencio fecundo de nuestra oración, con nuestra cercanía a nuestros sacerdotes y a nuestros seminaristas, con la generosidad de una comprometida aportación económica, y con una mirada espiritual bien vigilante y atenta para que seamos todos instrumentos del Señor en la promoción, cultivo y acompañamiento de las vocaciones sacerdotales.

¡Bendito seas, Señor, por el don de la vocación sacerdotal, regálanos sacerdotes al servicio de tu Iglesia en camino! ¡Qué la Virgen María y su esposo, San José, intercedan por nosotros!

Os bendigo y os saludo con afecto,

 

+ Luis Quinteiro Fiuza

Obispo de Tui-Vigo

 

Descarga el texto en PDF aquí.