El pasado día 21, festividad de San Luis Gonzaga, los grupos de Vida Ascendente de nuestra diócesis nos hemos trasladado a la parroquia de Santiago de Redondela para dar gracias a Dios por este curso que termina. La eucaristía fue presidida por nuestro Obispo D. Luis, a quien acompañó concelebrando nuestro consiliario D. José Luis, junto a ocho sacerdotes.
Durante la celebración, D. Luis insistió en la importancia de la presencia de nuestro movimiento en la diócesis, recalcando que “en todas las parroquias debería haber un grupo de Vida Ascendente”. También nos dijo que los mayores tenemos que ser un referente para los hijos y los nietos, como trasmisores de la Fe, exhortándonos, al hilo del Evangelio el día, a tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros.
En la eucaristía hemos tenido muy presentes a nuestro hermano que han partido a la Casa del Padre y a los que, debido a su deterioro físico, no han podido asistir, aunque siempre continuamos pendientes de ellos. También, de una manera especial, le pedimos Señor por nuestro obispo D. Luis en el día de su santo, para que lo bendiga y lo ilumine en su labor pastoral y pueda cumplir con la misión que le has encomendado.
Comenzamos el curso con incertidumbre, pero con la ilusión de siempre para seguir siendo testigos de la Palabra de Dios. Poco a poco, hemos ido reanudando las actividades de nuestros grupos. Aunque no hemos llegado a la asistencia previa a la pandemia de la covid-19, nos hemos reunido 76 miembros de distintas comunidades.
Finalmente, nos reunimos en un restaurante de la zona para compartir la mesa llenos de alegría y con planes para en el próximo curso.
