El sábado 9 de abril, a las 12 horas, los sacerdotes Jesús Martínez Carracedo y Juan Diz Miguélez tomaron posesión de su nuevo nombramiento como canónigos del Cabildo Catedralicio, en un rito específico en el que los miembros del cabildo reciben a los nuevos miembros. A la ceremonia previa al rezo de la hora sexta de la Liturgia de la Horas que presidió el obispo de Tui-Vigo, acudieron fieles y amigos a felicitar a los nuevos canónigos.
Debido a la Covid-19 y haciendo uso de la dispensa concedida por el obispo tudense, el sacerdote Jesús Martínez Carracedo excusó su presencia en un comunicado leído por uno de los canónigos allí presentes en el que manifestaba “a miña fe en Deus Pai, fillo e Espírito Santo; fe que me move a seguilo desde o ministerio sacerdotal e naquelas tarefas que a miña diocese me pida”.
Durante el rezo de la hora sexta, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro Fiuza, compartió la alegría, agradeciendo la labor de todos los miembros del cabildo, y se dirigió a los miembros del cabildo en los siguientes términos: “se os ha llamado para una misión importante para la cual estáis capacitados. Por lo tanto, doy gracias a Dios con vosotros de que nuestra diócesis tenga un cabildo que pueda desempeñar adecuadamente, competentemente, las misiones que se le encomiendan”. En este sentido, el prelado incidió en la importancia de algunas dimensiones de la catedral, como el cuidado de la litúrgica, incidiendo en la participación e implicación de los fieles en las celebraciones; el cuidado y fomento de la Liturgia de las Horas, haciendo hincapié en el rezo comunitario de los salmos, del oficio; o el cuidado del conjunto catedralicio intentando presentar una lectura actual de nuestra historia y de nuestro patrimonio, entre otras cuestiones.
Antes de concluir el acto, el deán de la catedral, José Diéguez Dieppa, manifestó su gratitud hacia los nuevos canónigos al haber aceptado esta nueva encomienda pastoral propuesta por el obispo. Además, explicó que “en medio de todas nuestras encomiendas, tenemos que hacer un espacio para atender lo que significa cuidar de la catedral en el sentido de que es la iglesia madre de la diócesis; cuidar la catedral es cuidar la diócesis y cuidarnos los unos a los otros”. En este sentido, apunto que “el Cabildo es un colegio de hermanos, todos somos iguales. En este momento, quizás el momento eclesial del sínodo nos abre luces para entendernos a nosotros mismos y nuestra labor porque somos una institución sinodal: caminamos juntos; somos corresponsables”.