Como cada año, tras la solemnidad litúrgica de Todos los Santos, la Iglesia intercede, al día siguiente, por todos los fieles difuntos. Con motivo de estas celebraciones, el lunes 4 de noviembre, a las 11:00 horas, la catedral de Tui acoge una eucaristía presidida por el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, recordando, especialmente, a los sacerdotes fallecidos durante el último año.
Desde el uno de enero y hasta el momento actual, han fallecido cinco presbíteros y religiosos que desarrollaban su vocación en el territorio de la diócesis de Tui-Vigo: Jaime López Ramón —ordenado en Tui en 1952, se incardinó en la diócesis compostelana en 1982, donde falleció—, Alfonso Fernández Galiana, Estanislao López de Guereñu Rey, José Carlos Lumbreras Vázquez —natural de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, en los últimos años, residió en la diócesis tudense— y el sacerdote somasco Luis López Castelo.
Tal y como explica la Comisión Episcopal para la Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, desde el siglo XVI, la Iglesia de rito latino instituyó el 2 de noviembre, como el día en el que se reza por los fieles difuntos, una tradición tan antigua como la propia institución. En torno a este día, los fieles acuden al cementerio para orar por quienes les precedieron, adornar con flores el lugar donde están sepultados, etc.