Desde el pasado domingo, Mons. Luis Quinteiro Fiuza, obispo de Tui-Vigo, se encuentra en Roma con motivo de la Visita ad limina, que los obispos de la Iglesia católica suelen hacer cada cinco años —la última fue en el año 2014— con el objetivo de venerar los sepulcros de los santos apóstoles Pedro y Pablo, y de ser recibidos por el Papa, al que se presenta un informe sobre el estado de cada diócesis. Además de peregrinar a las tumbas de San Pedro y San Pablo y de encontrarse con el Santo Padre, los obispos también visitarán algunos dicasterios.
Estos encuentros son organizados por la Congregación para los Obispos, en coordinación con la Conferencia Episcopal Española y las Provincias eclesiásticas.
El 13 de diciembre se celebrará la eucaristía en la Basílica Pontificia de San Pedro, el 14 de diciembre en la Basílica Pontificia de san Juan de Letrán, el 15 de diciembre en la Basílica Pontificia de Santa María la Mayor y el 17 de diciembre en la Basílica Pontificia de San Pablo extramuros.
Los orígenes históricos de la Visita ad limina Apostolorum (expresión que significa “a los umbrales – de las basílicas – de los Apóstoles, San Pedro y San Pablo”), datan del siglo IV aunque fue el Papa Sixto V en 1585 quien la institucionalizó y dispuso de modo más sistemático.