Los días 27 y 28 de noviembre se celebró el I Encuentro Interdiocesano de Pastoral Familiar en la localidad de Mondoñedo con la participación de los agentes y delegados de las cinco diócesis gallegas.
El encuentro tenía como objetivo reflexionar sobre la Exhortación Amoris Laetitia y los retos en el ámbito de la atención pastoral de las familias en el marco del Año Familia Amoris Laetitia convocado por el Papa Francisco.
Pablo Guerrero, profesor de Teología Pastoral y Teología Moral en la Universidad Pontificia de Comillas inauguró el encuentro acercándonos al contenido de la exhortación apostólica y subrayando los conceptos básicos que emanan de la misma: acogida, acompañamiento y discernimiento.
Insistió en que la familia es a la vez objeto y sujeto de evangelización y recordó que la Iglesia tiene que mirar la realidad y los problemas de sus hijos con los ojos misericordiosos de Dios porque “el amor es la entraña del Evangelio y la experiencia humana más poderosa”.
La reflexión sobre la realidad en el quehacer diario dentro del ámbito pastoral y cómo responder a los retos que se nos plantean centró el trabajo en grupos.
El domingo tuvimos la oportunidad de conocer las experiencias concretas que otras diócesis están desarrollando para afrontar los retos de acoger y acompañar a las familias. Los delegados de Zamora, Ciudad Rodrigo y Toledo nos regalaron sus testimonios y nos abrieron un abanico de realidades que podremos adaptar a nuestra realidad. Miguel Garrigós, delegado de Familia de Toledo y director del Secretariado de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española también compartió las propuestas que desde la misma se están desarrollando en este Año Familia Amoris Laetitia.
El encuentro concluyó con la celebración de la eucaristía en el primer domingo de Adviento en la catedral de Mondoñedo presidida por su obispo, D. Fernando García Cadiñanos, que nos acompañó durante todo el encuentro y con una visita guiada a la misma que sorprendió gratamente a todos los asistentes.
Un fin de semana muy intenso y fructífero en el que los agentes de Pastoral familiar hemos tenido la oportunidad de encontrarnos, compartir experiencias, ilusionarnos y unir lazos para responder a las necesidades de la situación actual y los retos de futuro que tiene planteados la familia.
