El sábado 10 de diciembre de 2022, a las 13:10, en el salón noble del Concello de Tui comenzó el acto de la entrega de la medalla de oro de la ciudad al obispo D. Luis Quinteiro Fiuza. El salón de plenos del ayuntamiento estaba completamente lleno. Ocupaban los puestos de preferencia el alcalde de Tui, D. Enrique Cabaleiro con los miembros de la corporación y el prelado galardonado, D. Luis Quinteiro. También ocuparon sitios destacados el teniente alcalde de Vila de Cruces, el alcalde de la Cañiza y el de Gondomar, la vareadora de la Cámara de Valença, Da. Ana Paula Xabier, el diputado en el Parlamento de Xunta de Galicia, D. Moisés Rodríguez y familiares del obispo. Ocupaban los primeros asientos del salón el vicario general de la diócesis, D. Juan Luis Martínez Lorenzo, el presidente del cabildo de la catedral de Tui, D. José Diéguez Dieppa, canónigos y delegados de la curia diocesana, numeroso clero y distinguidos tudenses.
Abrió el acto el guitarrista Pablo Ameijeiras interpretando dos piezas deliciosas. La locutora Bety Rey explicó el motivo del acto institucional: la concesión de la medalla de honor del concello de Tui, en su categoría de oro, al obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, D. Luis Quinteiro Fiuza, por la vinculación con la ciudad tudense y sus gentes.
Rafael Sánchez Bargiela leyó el acuerdo de la corporación municipal de Tui que en el pleno ordinario del mes de julio último concedió la medalla de oro de la ciudad al obispo de la diócesis por su excepcional contribución al desarrollo y promoción de Tui con su emblemática catedral.
Después que la locutora hizo una breve y significativa semblanza biográfica del obispo, intervino el alcalde de Tui D. Enrique Cabaleiro, quien saludó a las autoridades civiles, religiosas y militares, y a todos los asistentes. Recordó que la iglesia de Tui tiene su origen en el apóstol Santiago, época romana, y según la tradición su primer obispo fue san Epitacio, aunque es Anila quien aparece firmando las actas del concilio II de Braga en 572. Citando al obispo Manuel Lago González destacó el gran valor del patrimonio artístico, así como el inmaterial y espiritual de la ciudad tudense. Aludió a la especial preocupación del obispo Quinteiro por las obras de restauración y consolidación de la catedral. Insistió en el balance positivo de enriquecimiento entre el obispo y Tui. Concluyó con estas palabras dirigidas al galardonado: “Gracias por tanto que nos ten aportado”.
Luego tuvo lugar la entrega al obispo de la medalla de oro de la ciudad. También se le entregó el cuadro con el diploma de la distinción honorífica.
El prelado galardonado empezó su intervención con palabras de agradecimiento y recurrió al drama de Romeo y Julieta para expresar que “todo este acto é un milagre da excelencia… A catedral segue marcándonos o novo futuro. Únenos entre nós e tamén con Portugal. Grazas aos que por primeira vez me abriron as portas desta ciudade, a D. Ricardo, y grazas a Da. Ramona. Empecéi e remato con Romeo y Julieta: grazas por tanto que me destes”.
A los 14:30 casi un centenar personas departieron el almuerzo en el Parador Nacional de Tui, un suculento cocido gallego. Tras el café, la profesora Balseiro hizo la “laudatio” del obispo y justificó el sentido homenaje tributado en la fría jornada con citas poéticas. Respondió el obispo dando nuevamente las gracias y asegurando que disfrutaba de un día precioso. Concluyó con esta afirmación: “Cada uno personalmente es poca cosa, pero los demás lo transforman en una maravilla, pues vosotros sois maravillosos”.
