(O Sr. Bispo a reza ante o Cristo, ao termo dos Oficios na Concatedral)
Santísimo Cristo de la Victoria, protector de esta ciudad. Como en otro tiempo tus apóstoles sintieron miedo ante el mar embravecido también nosotros nos sentimos agobiados por esta pandemia que nos asusta. Haz resonar en nuestro corazón tus palabras de reprimenda y consuelo: ¿Por qué tenéis miedo?
En nuestra aflicción te pedimos que concedas el descanso eterno a los que han muerto, que consueles a los que lloran, que sanes a nuestros enfermos, que des paz a los moribundos. Da fuerza a los trabajadores sanitarios y sabiduría a nuestros gobernantes.
Danos valentía cristiana para llegar a todos con amor para que juntos, podamos glorificar tu santo nombre.
Santísimo Cristo de la Victoria, nuestro protector, bendice a tu pueblo, sálvalo, defiéndelo, prepáralo con tu gracia, para que persevere siempre en tu amor y podamos cantar, agradecidos: Cielos y tierra canten la gloria del Santísimo Cristo de la Victoria.
Amén.
