El sábado 6 de mayo, el Seminario Mayor «San José» de Vigo acogió la Asamblea Diocesana de Catequistas, en la que cerca de un centenar de personas de diferentes realidades eclesiales de la diócesis de Tui-Vigo se encontraron para compartir la experiencia alegre de transmitir la fe a niños y jóvenes que se adentran en el camino de la iniciación cristiana. El obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro, asistió a este encuentro en el que acompañó y escuchó a los catequistas presentes.
Tras la acogida inicial, el delegado de Catequesis, Gonzalo Otero, dio una bienvenida cargada de agradecimiento por la asistencia y la acogida. Acto seguido, dio paso a la formación que presentó como una «posibilidad de renovación e innovación para completar la catequesis». Vicky Morán, asesora de pastoral en la editorial SM-PPC, fue la encargada de introducir el proyecto «Venid y veréis», inspirado en la pedagogía Montessori y centrada en la importancia de la narración, a través de dinámicas en las que lo visual y manipulativo tienen un gran protagonismo. Durante este espacio formativo, algunos de los catequistas tuvieron la oportunidad de ponerlo en práctica a través de diferentes ejemplos.
La formación dio paso a la celebración de la Palabra en la capilla del Seminario Mayor de Vigo, donde hubo la oportunidad de conocer la experiencia de Santi, catequista en O Porriño, y Clara, catequista de Baíña, que compartieron las dificultades, pero también su alegría de transmitir la fe a niños y jóvenes.
El obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro, destacó la presencia de catequistas jóvenes y la importancia de transmitir, desde la madurez en la fe y la experiencia vital, testimonios como los de Santi y Clara. En este sentido, señaló que «la vida se va haciendo, curiosamente, a través del testimonio de personas que trabajan en silencio; que van, poco a poco, creando esperanza e ilusión, haciendo camino. Nuestro camino es un camino de comunión en el que tenemos que sentirnos unos y otros unidos». Como símbolo de esa unión, Mons. Luis Quinteiro invitó a los presentes a contemplar la enorme vidriera que decora la capilla del Seminario, pues en ella se encuentra «la armonía de lo diferente, de unos colores maravillosos que se conjugan con una belleza que atrae», como la fe en Cristo. Así, el prelado finalizó su intervención exhortando a todos los presentes a «transmitir la fe con ilusión y a crear una esperanza nueva».
La Asamblea Diocesana de Catequistas se convierte así en un espacio para compartir experiencias entre los diferentes agentes de pastoral de la diócesis, pero también en una oportunidad para renovar la ilusión en una de las tareas esenciales de la Iglesia: la formación de niños y jóvenes que se encuentran en su procesión de iniciación cristiana, para transmitirles con alegría la belleza de la fe en un Dios que nos tiende la mano para ofrecernos una relación de amor plena.