El cuidado de la economía y la preocupación por el sostenimiento ha vertebrado una de las principales líneas del Plan Pastoral 2022-2023, en el que se concretaba la puesta en marcha de un curso de gestión parroquial para seglares. Este curso, pivotado por las vicarías de Pastoral y Economía, se llevó a cabo en dos sesiones entre febrero y marzo para así, también, materializar el artículo 537 del Código de Derecho Canónico que establece que en cada parroquia debe haber un consejo de asuntos económicos en el que los fieles prestan su ayuda al párroco en la administración de los bienes.
Más recientemente, el 6 de junio de 2023, continuando con la preocupación de la economía diocesana, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro, aprobó la constitución de la Comisión Diocesana para el Sostenimiento de la Iglesia, formada por un grupo de 8 personas —sacerdotes y, también, profesionales laicos vinculados a la empresa privada—, siguiendo así las recomendaciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE) de constituir una comisión que sensibilice a la comunidad diocesana y trabaje por la corresponsabilidad en el sostenimiento de la Iglesia, con el fin de impulsar la dimensión pastoral, comunicativa y económica de la corresponsabilidad eclesial, por la presente, conforme a la normativa canónica vigente.
En el decreto publicado por la diócesis de Tui-Vigo, el obispo de Tui-Vigo ha decretado la creación de un equipo de ocho personas, formado por laicos y sacerdotes. Entre los miembros de esta comisión está Jesús Martínez Carracedo, ecónomo diocesano, que explica con más detalle la función y el objetivo de esta comisión.
Cuando escuchamos sostenimiento de la Iglesia, solemos pensar en el criterio económico.
Lo primero que tenemos que decir es que es una comisión que tiene un aspecto económico, pero, sobre todo, es una comisión de ámbito pastoral. Tendría poco sentido que la Iglesia tuviese dinero y no personas —catequistas, voluntarios de Cáritas, etc.—. Sostener una parroquia, primero, consiste en tener personas.
Al tener personas tenemos vida parroquial y necesidades económicas
Cuando tenemos vida pastoral, la vida exige poner al servicio de esa vida todo lo que tenemos. En este caso, las personas pueden dar: tiempo a su parroquia; en ese tiempo, pueden dar, también, sus talentos, porque cada persona tiene un carisma, un talento, con el que aportamos algo especial a la comunidad; y, por último, las actividades pastorales se hacen en locales o generan otro tipo de gastos que también necesitan dinero.
Sin las primeras —tiempo y talento—, sin vida, una parroquia está cerrada y no necesita dinero. En ese caso, necesita abrir las puertas para que se llene de gente.
Desde las parroquias, ¿cómo podemos ayudar a los fieles a que sientan la parroquia como algo suyo y la cuiden?
Para mí, lo primero es que una parroquia tenga sus locales abiertos para poder entrar a rezar en algunos momentos del día, para poder encontrarnos. En el rural, un párroco puede tener cinco o siete parroquias y no puede estar abriendo la iglesia, pero siempre hay una vecina/o al que le costará menos abrir la iglesia un par de horas al día porque vive al lado de la iglesia o está jubilado. Habrá quien pueda ofrecerse a rezar el rosario, durante media hora.
Eso ya empieza a dar vida a la parroquia: estar abiertos los locales y estar abiertas las personas a dar algo de sí cambia todo el rostro de la parroquia.
¿Qué acciones se llevarán a cabo?
La comisión primero tiene que hacer un trabajo de planificar cuáles van a ser sus actividades a partir de ahora. Una de ellas es servir de cauce para que en cada parroquia se reflexione sobre este ámbito de la sostenibilidad e incluso crear una pequeña comisión que plantee dos o tres acciones que puedan llevar a cabo para que la parroquia pueda tener niños en catequesis o tener asistencia caritativa. La comisión colaborará en esto, tanto en la creación como en el asesoramiento parroquial, que se complementará con otras acciones a nivel diocesano para ayudar a todos.
La Comisión, al igual que las parroquias o delegaciones diocesanas, necesitan de los medios de comunicación. ¿Cómo pueden los medios ayudar a esta comisión?
De entrada, los medios ya forman parte de la comisión que cuenta con el delegado de Medios de Comunicación Social de la diócesis, Alberto Cuevas. Al mismo tiempo, la comisión busca visibilizar y concienciar, tanto a la sociedad como al resto de la diócesis, sobre la idea de que no sostenemos sólo una iglesia, sino que también sostenemos una serie de valores y de aspectos, por ejemplo, a nivel familiar, turístico, etc.