La Concatedral-Basílica de Santa María en Vigo acogió ayer la celebración de la cena vespertina del Señor presidida por el obispo Luis Quinteiro, con el aforo completo y una veintena de espectadores que se unieron a través del canal de YouTube de la Diócesis.
El Jueves Santo la Iglesia conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos en la que instituye la Eucaristía. Así lo recordó ayer el obispo Luis Quinteiro durante su homilía en la que explicó que «la eucaristía es la fuente y la cumbre de la vida cristiana, el memorial perpetuo de la entrega de Jesús. Por eso tenemos que sentir el gozo de poder celebrarla». Para que esto sea posible, en la Última Cena, Jesús da a los apóstoles la misión de perpetuar la fracción del pan, instituyendo de este modo, el sacerdocio.
Pero nada de esto tendría sentido la entrega de un nuevo mandamiento: el mandamiento del amor fraterno que, tal y como expresó el obispo de Tui-Vigo, constituye «el signo más radical de servicio a los demás, presente en el misterio de la Iglesia que es abrirse a los hermanos. Esto no es un estilo. Es su misión». Con estas palabras exhortó a los presentes a «recuperar la ilusión de la misión» para crear una Iglesia abierta al mundo.
Este signo de entrega y amor alcanzará su plenitud hoy, Viernes Santo, día en el que la Iglesia hace memoria de la Pasión de Cristo. Desde la Diócesis animamos a vivir con intensidad este misterio de la Cruz que nos prepara para la Pascua, preferentemente, en las parroquias de referencia. En caso de no ser posible por problemas de salud o movilidad, podrá seguirse a través del canal de YouTube la celebración presidida por el obispo en la Concatedral-Basílica a las 18:30 horas.
