El pasado miércoles 13 de julio, la delegación de Migraciones de la diócesis de Tui-Vigo, encabezada por el sacerdote Alberto Montes, se reunió con el obispo Mons. Luis Quinteiro, en las oficinas de la curia situadas en Teis, con un triple objetivo: presentar a los nuevos integrantes de la delegación —el matrimonio venezolano formado por Carlos Alfonso Nottaro Caraballo y Naryelin del Carmen López de Nottaro, junto a la keniana Regina kavuu kitonyi—, escuchar las inquietudes del prelado de Tui-Vigo y exponer un mapa aproximado de la comunidad inmigrante de la diócesis.
El sacerdote Alberto Montes ha explicado que “queríamos hacer saber a nuestro obispo la enorme riqueza pastoral, social y profesional que las personas migrantes están aportando a nuestra sociedad y a nuestra diócesis”, de ahí que se tratase de un encuentro que todos los miembros de la delegación de Migraciones esperaban con ilusión. Por su parte, Mons. Luis Quinteiro ha destacado la importancia de una solícita actitud de acogida y acompañamiento hacia las personas migrantes y también la importancia de ofrecerles momentos de formación integral.
“El encuentro ha reafirmado nuestro deseo de trabajar por construir un futuro para los migrantes y refugiados de nuestra diócesis”, han expresado desde la delegación de Migraciones, que ya está organizando dos viajes de confraternización: el primero por la ría de Vigo y, el segundo, a bordo del bus turístico para mostrar a los refugiados ucranianos los sitios de interés de la ciudad olívica. A estas actividades veraniegas, se suma la celebración eucarística de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que tendrá lugar en el templo parroquial de Santo Tomé de Freixeiro el 25 de septiembre.
Desde la delegación de Migraciones de Tui-Vigo hacen un llamamiento a todas las parroquias de la diócesis con el objetivo de contar con la colaboración de una persona de referencia en cada parroquia, para trabajar en comunión y facilitar la acogida, el acompañamiento y la integración social y parroquial de los migrantes. Solo así, explican desde la delegación, las comunidades cristianas de la diócesis de Tui-Vigo podrán continuar siendo “ese hogar, y no lugar, en el que las personas inmigrantes se encuentren como en casa”.