La «pastoral de la llamada» y la «cultura vocacional» fueron los ejes centrales de la formación para todos los agentes de pastoral de la diócesis de Tui-Vigo, que impartió el sacerdote operario José Benito Gallego Marchante, miembro del servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española. La delegación diocesana de Pastoral Vocacional organizó esta jornada bajo el título «Vocacionalizar la pastoral diocesana», el 23 marzo, en el Seminario Mayor «San José» de Vigo.
Durante la mañana y tras el momento de oración inicial, José Benito abordó la necesidad de instaurar una «cultura vocacional» o una «pastoral de la llamada» en la Iglesia diocesana, pero no como una receta a la crisis de vocaciones. Más bien, consiste en reconocer que, «ya desde el inicio de la vida y hasta que partamos de este mundo, todos nuestros días, todo el tiempo que invertidos en nuestro ser responde a una llamada que Dios nos hace». Para implementar esta cultura vocacional o esta pastoral de la llamada, ofreció tres claves: renovar la vocación bautismal —el llamado a la santidad—, incentivar la formación de los agentes de pastoral y poner en el centro el kerigma —primer anuncio—.
Finalizada la charla de José Benito Gallego, los asistentes se dividieron en seis grupos para compartir su propia experiencia de encuentro con Dios e intentar, al mismo tiempo, dilucidar nuevos horizontes en el ámbito vocacional de la diócesis de Tui-Vigo. Concluido el encuentro, los asistentes disfrutaron de un pequeño ágape en el Seminario Mayor.
Tal y como recuerda Ángel Carnicero, delegado de Pastoral Vocacional de Tui-Vigo, este encuentro de formación, así como la Jornada Vocacional para jóvenes que se llevó a cabo el 16 de marzo, han sido «una oportunidad para reflexionar sobre la vocación cristiana a la que todos hemos sido llamados; una vocación que para cada uno de nosotros se colorea con una modalidad especial». Ambas propuestas se enmarcan dentro de la campaña del Día del Seminario que, bajo el lema «Padre, envíanos pastores», la Iglesia en España celebró en torno a la solemnidad de san José, el 19 de marzo.
