El pasado 15 de marzo, la capilla del Seminario Mayor «San José» en Vigo acogió la vigilia de oración presidida por el obispo de Tui-Vigo, monseñor Antonio Valín. Cada año, en torno al «Día del Seminario», que la Iglesia en España celebra el 19 de marzo, coincidiendo con la solemnidad de san José, la Adoración Nocturna Española (ANE) de Tui-Vigo organiza este encuentro de oración para interceder por las vocaciones sacerdotales.
Durante su intervención, el prelado tudense expresó que todos «somos invitados por Dios a escuchar a su hijo y a poner, así, nuestra confianza y nuestra esperanza en él. En definitiva, cada uno de nosotros —con nombre y apellidos, con nuestra historia personal, incluso con nuestro pecado— es profundamente amado y llamado por Dios. Todos somos amados y llamados. Esa es la razón de nuestro encuentro. Venimos a contemplar y adorar a Dios, porque queremos recordar ese amor y esa llamada en general y, después, queremos concretarlo en la vocación al ministerio presbiteral».
En relación al sacerdocio, monseñor Antonio Valín subrayó que «cuando uno acoge la llamada de Dios a entregarse en el ministerio sacerdotal, lo primero que siente es asombro ante la inmensidad de ese Dios que nos llama, que se fija en nosotros y que quiere que llevemos adelante su proyecto. Cuando uno se da cuenta de que no puede vivir de otra manera, descubre que ser sacerdote es un regalo para uno mismo y para toda la comunidad».
Con más de 125 años de presencia en el territorio diocesano, la Adoración Nocturna Española de Tui-Vigo cuenta, en la actualidad, con aproximadamente 400 adoradores que se reúnen periódicamente para adorar el sacramento de la Eucaristía, lo que supone un total de 36 turnos de adoración repartidos por diferentes parroquias de la diócesis.


