25 de abril de 2024

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San Marcos
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«La Palabra de Dios alimenta la vida»

«La Palabra de Dios alimenta la vida»
Foto: Biblia abierta | © Banco de imágenes gratuito Pexels.

El tercer domingo del tiempo ordinario, este año el 23 de enero, la Iglesia celebra el Domingo de la Palabra de Dios. El papa Francisco instituyó esta Jornada el 30 de septiembre de 2019, con la firma de la Carta apostólica en forma de «Motu proprio» Aperuit illiscon el fin de dedicar un domingo completamente a la Palabra de Dios. 

El área de Pastoral Bíblica de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado ha editado unos materiales para contribuir a la celebración de esta Jornada: una presentación del director del secretariado de esta Comisión, Francisco Julián Romero; un método para ayudar a leer la Palabra de Dios; y un subsidio litúrgico para el celebrante y otro para el monitor.

La Palabra de Dios alimenta la vida

«La Palabra de Dios alimenta la vida» es el título que ha elegido Francisco Julián Romero para el texto de presentación de la Jornada de este año. Un título con el que une el Domingo de la Palabra de Dios a la celebración del Sínodoque celebra la Iglesia. «La Palabra —explica— es el alimento para la vida que precisamos en este caminar juntos como pueblo de Dios. Ella es como la sabia que en nuestro interior nos da ilusión, esperanza y deseo firme para seguir por el sendero de Dios y hacer presente su reino». Además, invita «a leerla en comunidad y con el sentir de la Iglesia».

Ante los interrogantes que plantea la rutina diaria de la vida personal y eclesial, propone buscar la respuesta en la Palabra de Dios que es «la luz que resuelve sus dudas, que afianza sus convicciones, que responde a sus preguntas y que refuerza sus inquietudes».

Además, ofrece algunas recetas para que acercarse a la Palabra produzca estos frutos. Y lo hace acudiendo a Benedicto XVI, san Agustín y el papa Francisco: dejar un espacio a la Palabra de Dios en nuestro día a día y leer la Biblia entablando una conversación con Dios, sabiendo que allí está el Señor para hablarnos y para revelarnos sus secretos más íntimos.

Francisco Julián Romero termina su presentación reclamando que esta Jornada no se quede en una efeméride si no que sea una ocasión para afianzar «en la vida personal, comunitaria y pastoral el valor de la Palabra de Dios y la inquietud por leerla, meditarla y convertirla en alimento para la vida personal, comunitaria y pastoral». Especialmente en este tiempo de Sínodo, «afiancemos de este modo el camino sinodal que estamos recorriendo. De esta manera tendrá una mayor fecundidad nuestro caminar juntos».

Presentación y método para la lectura

Subsidio litúrgico para el celebrante

Subsidio litúrgico para el monitor

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