Como es habitual, el 21 de julio, tercer domingo del mes de julio, a las 12 horas, la parroquia de San Miguel de Bouzas celebró una eucaristía solemne en honor al Buen Jesús de los Afligidos. En esta ocasión, el encargado de realizar la ofrenda en honor al Cristo fue el armador boucense, Eduardo Vieira. Por la tarde, la imagen del Cristo de los Afligidos procesionó por las calles de la ciudad.
Durante la ofrenda, que tiene lugar tras la lectura del Evangelio, Eduardo Vieira presentó, ante la imagen del Cristo de los Afligidos, a quienes trabajan en el sector marítimo, así como a las familias que, en tierra firme, esperan con anhelo el regreso de sus seres queridos. El oferente elevó un ruego al Cristo «que mantengas nuestra fe firme y nos otorgues tu consuelo divino en los momentos de incertidumbre» y así «sentir tu abrazo misericordioso, que nos renueva y fortalece, dándonos la valentía para seguir adelante. Da esperanza a los desesperanzados y consuelo a los que sufren».
Por su parte, el párroco Juan Carlos Rial expresó que «uno de los principios básicos de la cultura dominante actual es que gana la vida el que más tiene, el que más puede, el que más figura o el que más sabe. Jesús introduce un elemento contracultural: “¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo si malogra su vida?”. Para salvar la vida hay que perderla». En esta línea, subrayó que «la meta de la fe es ir con Jesús, experimentar su seducción».
Durante los días previos a la celebración de la fiesta en honor al Cristo de los afligidos, la parroquia celebró la novena con la participación de diferentes sacerdotes de la diócesis, entre ellos, Alberto Cuevas, párroco de Nuestra Señora de la Soledad y delegado de Medios de Comunicación Social de la diócesis de Tui-Vigo.