Hoy, Domingo de Ramos, el sol salió al encuentro de cientos de fieles que, un año más, recorrieron las calles de Vigo con palmas y ramos durante la procesión de la Borriquita, que partió de Ronda de don Bosco hasta la iglesia de Santiago de Vigo. Previamente, en el templo parroquial de María Auxiliadora, el obispo de Tui-Vigo, monseñor Antonio Valín, presidió, por vez primera, la eucaristía del Domingo de Ramos, acompañado por los niños y las niñas de la catequesis parroquial. En ese entrañable contexto, el prelado recordó que «la pasión de Cristo nos tiene que llevar al compromiso de vida y de reino para el que Jesús vivió, murió y resucitó».
Durante la Semana Santa, los católicos de todo el mundo rememoran los últimos días de Jesús: su pasión, muerte y resurrección. Revivir esos últimos momentos de la vida de Cristo será posible gracias a la liturgia, a las lecturas de cada celebración y a los pasos procesionales que recorrerán las calles de la ciudad. Todo ello, subrayó monseñor Antonio Valín, «nos tiene que llevar a contemplar a Jesús y a comprometernos con lo que él predicó». El prelado finalizaba su intervención invitando a vivir las próximas celebraciones con intensidad y profundidad, para que, «dentro de una semana, cuando celebremos que Jesús está vivo, podamos saludarnos diciendo “feliz Pascua”, que, en definitiva, es “feliz vida”. Que tu vida y la mía sean nuevas y distintas».


Finalizada la eucaristía del Domingo de Ramos, en la que se rememora la entrada de Jesús en Jerusalén y los acontecimientos sucesivos hacia su Pasión y muerte, la imagen de la Borriquita llenó de algarabía las calles de la ciudad olívica. Desde los más pequeños hasta los mayores, todos alzaron palmas, ramos y olivos al paso de la Borriquita, que se detuvo, brevemente, a su llegada a Pota do Sol. Allí, acudieron centenares de personas de todas las edades para recibir la bendición, con la que «pedimos a Jesús que nos proteja y nos acompañe siempre para poder disfrutar de su presencia y cercanía en todos los momentos, incluso en los más complicados», expresó el prelado tudense.
Durante su recorrido desde la iglesia de María Auxiliadora, hasta el templo de Santiago el Mayor de Vigo, diferentes autoridades civiles, militares y eclesiásticas procesionaron junto a la imagen con palmas y ramos. Por última vez, ante el templo de Santiago de Vigo, donde daría comienzo la eucaristía al término de la procesión, los fieles esperaban, con fe, acercarse a la Borriquita.


Los actos de la Semana Santa de Vigo dieron comienzo el pasado 24 de marzo con el pregón a cargo del obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Fernando G. Cadiñanos. Las celebraciones en la ciudad olívica continuarán el jueves, a las 18:00 horas, con misa verpertina de la Cena del Señor, que presidirá el obispo emérito, monseñor Luis Quinteiro, mientras que el prelado monseñor Antonio Valín lo hará en la catedral de Tui; el viernes —a las 18:00— y el sábado —a las 22:00—, los actos de la Semana Santa serán presididos por el actual obispo en la concatedral-basílica de Santa María. Finalmente, el domingo de Resurrección, a las 12:00 horas, monseñor Antonio Valín celebra la eucaristía en el templo catedralicio.
La diócesis de Tui-Vigo quiere dinamizar espiritualmente las manifestaciones religiosas en las parroquias del ayuntamiento vigués e impulsar las expresiones de fe en la semana principal del calendario cristiano. Para ello, desde el pasado mes de febrero, la delegación episcopal para la Semana Santa de Vigo ha llevado a cabo reuniones con los principales agentes implicados para organizar la programación de los distintos actos que conforman esta imprescindible cita.