El 3 de agosto, a las 12:30 horas, el Museo-Pazo Quiñones de León acogió, un año más, el pregón en honor al Santísimo Cristo de la Victoria. En esta ocasión, la lectura del pregón recayó en el periodista y fundador del Atlántico Diario, Manuel Orío, que subrayó que «aquí venimos confiados a tu encuentro sabiendo que tú, Señor, nos estás esperando. Porque este es un acontecimiento irrepetible que crece y se multiplica precisamente en torno a un motivo compartido. Y este motivo no es otro que la esperanza. La esperanza en ti, Señor, nos aúna y nos hace iguales». Hasta allí, se trasladaron autoridades civiles, militares y eclesiásticas, entre ellas, el recientemente ordenado obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, que participa, por primera vez, en estas fiestas en honor al Cristo de Vigo.
Durante la bienvenida, la hermana mayor y presidenta de la cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria, Marora Martín-Caloto, agradeció la participación de los asistentes y, especialmente, transmitió su agradecimiento al predicador de la novena, al portador del estandarte de la cofradía y al pregonero, Manuel Orío, a quien definió como «un periodista, emprendedor, innovador, impulsor del primer diario en color de Galicia, que forma un equipo que crea y mantiene un medio de comunicación, es, creo yo, un referente para la profesión periodística. Con su nombramiento como pregonero, la cofradía pretende hacer un homenaje a su trayectoria personal en particular y a la profesión periodística en general». También, durante su intervención, la presidenta pidió la Cristo de la Victoria «que nos haga entender el temor de Dios» y que, «mientras intentamos entender estos conceptos, te rogamos que derrames Tus misericordias sobre el pueblo de Vigo».
El pregonero, Manuel Orío, acompañado por sus familiares y amigos, acudió al Cristo, en primer lugar, «para recordarte humildemente que cuides de la gente marinera», pero también pidió la intercesión «por los más desfavorecidos de los vigueses que estamos aquí y los que te añoran y recuerdan en la distancia», por los enfermos, «por los responsables políticos y administrativos de toda categoría departamento y disciplina», así como por todos los fieles al Señor de la Victoria. Así, al hilo de la esperanza en Cristo que «nos aúna y nos hace iguales», expresó: «tú eres esa esperanza, Señor, tu bondad infinita se hace presente, y se obra un milagro irrepetible. Un prodigio de emoción que no puede ser explicado sino vivido».
Los actos en honor al Cristo de la Victoria continuarán el domingo 4 de julio, con misas en la concatedral-basílica a lo largo de todo el día. A las 11:00 horas, el obispo de Tui-Vigo presidirá la eucaristía solemne y, por la tarde, a las 19:30 horas, dará comienzo la procesión por las principales calles de la ciudad, que será retransmitida, en directo, a través de la TVG.