19 de abril de 2025,
San León IX

El martes 25 de marzo, a las 19:00 horas, en los locales parroquiales del Corazón Inmaculado de María en Vigo, la delegación de Pastoral Familiar de la diócesis de Tui-Vigo organiza una mesa redonda en base a cinco experiencias bajo el lema «Abrazando la vida, construimos esperanza». Se trata de celebrar la Jornada por la Vida que, en esta ocasión, está marcada por la celebración del Año Jubilar 2025, convocado por el papa Francisco bajo el lema «Peregrinos de esperanza»

La mesa redonda estará montada en torno a cinco testimonios para abordar la defensa de la vida desde diferentes perspectivas y experiencias vitales: la teológica, la del dolor y el sufrimiento, la de la vejez y la de las dificultades en el seno de la familia —viudedad, separaciones, pérdidas, etc.—. Los intervinientes en la exposición son: Edgardo Quintana, sacerdote dominico y presidente de la CONFER de Tui-Vigo —reside en Vigo desde hace 4 años—; Ana M. Mariño, voluntaria de la Pastoral de la Salud, lleva más de tres décadas acompañando a personas mayores en residencias; M. Carmen Pereira, madre de familia, acompaña a personas separadas desde la Pastoral Familiar; Ángela Romero, maestra, casada, coach de acompañamiento familiar y voluntaria del Centro de Escucha de Vigo; y Francisco Cabaleiro, sacerdote y capellán de hospital desde hace 25 años.

Tras la mesa redonda, a las 20:30 horas, el obispo de Tui-Vigo, monseñor Antonio Valín, presidirá la eucaristía en el templo parroquial.

«Abrazando la vida, construimos esperanza» es el lema que se propone para la Jornada por la Vida 2025.  En el mensaje publicado con motivo de esta jornada, los obispos de España afirman que uno de los signos de esperanza más importantes consiste en tener «una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás». En este sentido, subrayan que esta visión esperanzada tiene mucho que ver con haber encontrado el sentido de la propia existencia. En medio de esta sociedad de ruidos y prisas, en la que se muestra como camino de felicidad la satisfacción de todos los deseos, los obispos indican que «resulta imprescindible invitar a una reflexión profunda que ayude a plantearse las preguntas más fundamentales».