Coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de Lourdes y con el inicio de la campaña del Enfermo, que la Iglesia en España celebra bajo el lema «En esperanza fuimos salvados», el martes 11 de febrero, los capellanes de los servicios religiosos hospitalarios mantuvieron una reunión en el Seminario Mayor «San José» en Vigo. Al encuentro también asistió el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, para conocer con mayor profundidad la labor que se desarrolla en este ámbito de la Pastoral de la Salud.
Los servicios religiosos hospitalarios son un servicio «para vivos y no para muertos», tal y como explica Benito Rodríguez, delegado diocesano de Pastoral de la Salud. Por eso, además de ofrecer los sacramentos de la Reconciliación, la Eucaristía y la Unción de enfermos, los capellanes están disponibles para el acompañamiento espiritual y la escucha, no sólo de los pacientes ingresados, sino también de los familiares y demás personas que los cuidan.
Desde los servicios religiosos hospitalarios, animan a proponer este acompañamiento a todos los enfermos y a las familias, con el deseo de que se respete el derecho a la libertad religiosa también en la última etapa de la vida y, en caso de ser necesario, se proporcionen los medios para la firma del testamento vital.