Sara Gaviño forma parte, como joven cristiana, de la comunidad parroquial de San Benito de Gondomar. Desde hace más de diez años, colabora asiduamente en la catequesis y en el coro, que cada domingo ameniza la celebración de la Eucaristía con los cantos.
Además, participa en las diferentes actividades de la Delegación de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Tui-Vigo: la oración joven de cada miércoles, poniendo al servicio los dones que Dios le ha dado; en las diferentes peregrinaciones o actividades interdiocesanas; y, más recientemente, en las cenas Alpha, en un intento por llevar la buena noticia del amor de Cristo a más jóvenes que todavía no han tenido la oportunidad de conocerlo.
Vivimos en un contexto social que potencia el individualismo y el beneficio propio al común. Estoy convencida que el “ser comunidad” constituye una riqueza para todos y así lo he experimentado yo durante todos estos años. Para mí, la Iglesia ha sido en todo momento esa casa con las puertas siempre abiertas en la que he podido encontrar el acompañamiento y el apoyo necesario en los momentos de más debilidad. Durante este tiempo, Dios ha puesto reflejos de Él en mi camino, personas completamente altruistas que me han ayudado a conocer mejor a Jesús y también a conocerme mejor a mí misma.
Mi labor a día de hoy dentro de mi iglesia diocesana es una sencilla y humilde respuesta a todo lo que ella me ha ofrecido durante estos años. Es un gesto de gratitud y, a su vez, un deseo de que más personas descubran y experimenten la alegría que Dios pone día a día en la vida de una joven “normal” como yo. A muchas personas les parece extraña mi vinculación a la parroquia desde tan joven y sin ninguna relación familiar previa, pero después de diez años participando con la música y como catequista valoro todo lo que esta experiencia me ha regalado: el acompañamiento siempre cercano e indispensable de mi párroco que me ha ayudado con su propio testimonio a saber reconocer el Amor de Dios en las demás personas y en las pequeñas cosas; la enseñanza que cada uno de mis grupos de catequesis han aportado en mi vocación como profesora o lo que musicalmente hablando han supuesto tantos años en mis estudios en el conservatorio.
En mi Diócesis de Tui-Vigo también participo en la pastoral juvenil y soy miembro del Consejo Diocesano de Pastoral. La pastoral juvenil para mi supone un lugar fundamental de encuentro con otros jóvenes que ayudan a que mi Fe no desfallezca y que potencian el “ser comunidad, ser diócesis” a pesar de nuestras múltiples diferencias. Como en nuestra propia familia, la vida y la misión de la Iglesia piden nuestro compromiso. En nuestras manos está ofrecer a nuestra Iglesia diocesana lo mejor de nosotros mismos.
Sara Gaviño, colaboradora en San Benito de Gondomar y en la Delegación de Pastoral Juvenil.