Entre los días 27 y 31 de julio, alrededor de tres mil jóvenes, procedentes de diferentes diócesis y congregaciones religiosas de España e Italia, cruzarán la diócesis de Tui-Vigo haciendo el Camino Portugués y su Variante Espiritual hacia Santiago de Compostela que, del 3 al 7 de agosto, acogerá a más de 11 mil jóvenes participantes en la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ).
De Italia, peregrinará un grupo de 104 jóvenes de las diócesis italianas de Liguria, del Piamonte y del Valle de Aosta. De España, asistirán algunos grupos procedentes de Madrid, San Sebastián, Castilla y León, Murcia y una amplia representación de Andalucía —en concreto de las diócesis de Málaga, Granada, Almería y Guadix—. Por las rutas del Camino Portugués y su Variante Espiritual, también habrá grupos pertenecientes a las siguientes órdenes y congregaciones religiosas de España y Europa: las Siervas de San José —cuyo grupo participa por vez primera en un evento a nivel europeo—, los Hermanos de San Juan de Dios junto a las Hermanas Hospitalarias y la Orden Franciscana —congregaciones, presentes en la diócesis de Tui-Vigo—, que no solo estarán formadas por españoles, sino también por otros jóvenes europeos.
Durante su peregrinación, estos jóvenes participantes en la PEJ se alojarán en pabellones municipales, colegios, seminarios o albergues parroquiales en Tui, Porriño, Redondela, Vigo y Arcade. En el caso concreto de Vigo, la acogida se realizará en el Seminario Mayor y el Colegio San José de Cluny, durante los días 27 y 28 de julio; está previsto acoger entre 800 y 1000 jóvenes en ambas instituciones religiosas.
Cada Año Santo, desde 1989 tras la visita del papa San Juan Pablo II a Santiago con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud —que se realizaba por segunda vez fuera de Roma—, la archidiócesis de Santiago de Compostela ha celebrado una Peregrinación Europea de Jóvenes que, con el paso de los años, ha ido creciendo en participación. En un primer momento, la celebración de la PEJ estaba prevista para agosto de 2021, pero tuvo que aplazarse debido a las consecuencias de la pandemia de la covid-19 y gracias a la prórroga concedida por el papa Francisco a la archidiócesis compostelana para celebrar el Año Santo.
