«¿Cuál es la alegría de la fe? Pues sencillamente decir: “porque soy amado, soy llamado”». Esta frase podría resumir el encuentro convocado por la delegación diocesana de Pastoral Vocacional, el sábado 14 de diciembre, en el Seminario Mayor «San José», en Vigo; un encuentro en el que un centenar de personas fueron invitadas a «profundizar en la belleza de la vocación compartida» y a descubrir esa alegría de la fe que brota del sentirse amado y llamado por Dios, así lo expresó el delegado de Pastoral Vocacional, Ángel Carnicero, durante el discurso de bienvenida que tuvo lugar en el salón de actos, tras la oración inicial en la capilla, donde se ofreció un espacio de encuentro personal con Dios y se encomendó el fruto del trabajo de esa mañana.
Durante su intervención, el delegado de Pastoral Vocacional, Ángel Carnicero, destacó que «toda la vida de la Iglesia parte de esta conciencia y de este principio y fundamento, —Dios nos ama y nos llama— que es lo que queremos, de alguna manera, orar, reflexionar y celebrar juntos». En este sentido, insistió en que la invitación no era «a hacer grandes conclusiones ni tampoco grandes síntesis. Hoy hemos sido convocados para estar juntos, para que nuestras miradas se crucen, para que nuestros rostros se reconozcan y descubramos que no hay nada más grande y mejor que encontrarnos en Cristo. Esto es lo que vamos a vivir esta mañana».
Ángel Carnicero también resaltó la importancia del Seminario Mayor como el «hogar vocacional» de la diócesis de Tui-Vigo: de los sacerdotes y de quienes se preparan para el diaconado permanente; de los seglares que se forman en Teología; de los catequistas y voluntarios de Cáritas que conviven organizan sus asambleas anuales… «Tantas y tantas realidades que nos hacen a todos sentir esta casa como hogar vocacional».
A continuación, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, que estuvo presente durante toda la mañana, tomó el relavo al delegado diocesano para agradecer la participación de todas las personas presentes, a las que animó a disfrutar de la jornada, reconociéndose una pieza importante y necesaria del amplio puzle que refleja la realidad de la Iglesia que peregrina en Tui-Vigo, que camina junta, teniendo como punto de referencia, como casa y hogar, el Seminario.
Una vez presentados los objetivos del Congreso nacional de Vocaciones que tendrá lugar en Madrid, del 7 al 9 de febrero de 2025, y algunas claves sobre la necesidad de redescubrir la vocación primera de todo cristiano —saberse amado, para sentirse llamado—, el centenar de diocesanos y diocesanas de Tui-Vigo tuvieron la oportunidad de reflexionar en pequeños grupos acerca del sentido y de la cultura vocacional dentro de la Iglesia, tanto a nivel general como a nivel local. Las conclusiones de cada uno de los doce grupos serán recopiladas para elaborar las conclusiones que se enviarán a la Conferencia Episcopal Española, durante los próximos días.
Este encuentro diocesano sobre vocaciones ofreció espacios de oración y de reflexión, para sentirse parte de la «asamblea de los llamados a la misión» de la diócesis de Tui-Vigo; una asamblea que, siguiendo el estilo sinodal del papa Francisco, pueda construir una Iglesia capaz de regresar a su vocación primera: anunciar la belleza del amor de Dios, hacia cada persona.