En el marco del Día de la Iglesia Diocesana, que la Iglesia en España celebra bajo el lema «¿Y si lo que buscas está en tu interior?», el 10 de noviembre, a las 17:00 horas, en la catedral de Santa María en Tui, veintidós seglares recibirán los ministerios del Lectorado y del Acolitado para desempeñar estos servicios en sus parroquias y al servicio de toda la diócesis de Tui-Vigo, asumiendo, a su vez, una responsabilidad eclesial que conlleva funciones de coordinación y formación de los fieles laicos y laicas que, de manera temporal, realicen esas tareas sin ser ministros instituidos. La celebración en la que se instituirán estos ministerios estará presidida por el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín Valdés.
El pasado mes de septiembre, durante la inauguración de nuevo curso de «Ágora: Escuela de Teología, ministerios y servicios», el vicario de Pastoral, José Vidal, explicó que «un ministerio laical no es un honor que uno recibe, si no un servicio que se encomienda; no es un derecho que uno pueda exigir, si no una llamada que la Iglesia hace a través de las personas e instituciones que se reconocen como Iglesia». La institución de estos ministerios laicales ofrece una oportunidad de renovación pastoral para la diócesis de Tui-Vigo, poniendo en valor la necesaria implicación activa de los seglares en todos los diferentes ámbitos de la vida de la Iglesia local.
Según el documento Orientaciones sobre la institución de los ministerios de lector, acólito y catequista, publicado por la Conferencia Episcopal Española en marzo de 2023, los lectores instituidos, a mayores de la lectura de la Palabra de Dios en la asamblea litúrgica, serán responsables, entre otras funciones, de la coordinación de la liturgia de la Palabra, la formación permanente del grupo de lectores o el acompañamiento de quienes desean un encuentro vivo con la Palabra de Dios. En lo que respecta a los acólitos instituidos asumirán tareas de coordinación, formación y acompañamiento, además de las propias de los acólitos —colaborar en la preparación del altar— y de los ministros extraordinarios de la comunión —participar el reparto de la comunión—. En ambos casos, el obispo puede solicitar a algún ministro instituido, a través del párroco, que ejerza, durante un tiempo, su ministerio en alguna parroquia que tenga necesidad de ello.
En 1973, el papa Pablo VI, a través de la carta apostólica Ministeria Quaedam, estableció dos ministerios: acólito y lector, que se podrían conferir de forma estable solo a hombres. Los ministerios, hasta ahora, eran recibidos casi exclusivamente por los seminaristas como un paso en su formación. En 2021, el papa Francisco publicó dos nuevos documentos: Spiritus Domini, por lo que permite que sean instituidas también mujeres; y Antiquum ministerium, por el que instituye un ministerio no litúrgico: el del catequista. Estas novedades han impulsado a la Iglesia Española a reflexionar sobre la praxis de los ministerios que ha desembocado en el documento Orientaciones sobre la institución de los ministerios de lector, acólito y catequista, que se experimentará durante un plazo de cinco años.
