Veintiún matrimonios de la diócesis de Tui-Vigo renovaron sus votos matrimoniales arropados por toda la comunidad diocesana: 1 matrimonio celebró sus bodas de diamante; 18, sus bodas de oro; 2, las de plata. Esta celebración enmarcada en la Jornada de la Sagrada Familia —que la Iglesia en España convocó, en esta ocasión, bajo el lema «Familia, fuente de esperanza»— estuvo presidida por el obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, en el templo parroquial de la Inmaculada Concepción en Vigo, el 28 de diciembre, a las 18:30 horas.
A través de esta eucaristía, la delegación de Pastoral Familiar de la diócesis de Tui-Vigo, encargada de organizar y promover esta jornada, quiso rendir homenaje a aquellos matrimonios que durante este 2024 han celebrado sus bodas de oro o plata, porque con su testimonio de vida compartida pone en valor el sacramento del matrimonio en esta sociedad. Además, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, invitaron a vivir «el amor y la comunión en cada una de nuestras familias».
Mons. Antonio Valín recordó que Dios se hizo hombre y nació en una familia “normal”, en la que habría buenos y malos momentos. Así, destacó, en un tono cercano y afable, la grandeza de un Dios que se hace hombre y que nos enseña desde su propia vivencia familiar. También se dirigió a los veintiún matrimonios que festejaron sus bodas de diamante, oro y plata durante la celebración, para felicitarles y elogiar el camino que había logrado construir juntos: un proyecto de vida que se extiende a otros, gracias al Amor que los sostiene y que les ayudó a afrontar las diferentes circunstancias de la vida.
Este año 2024, la fiesta de la Sagrada Familia coincidió con la apertura del Jubileo 2025 convocado por el papa Francisco bajo el lema «Peregrinos de esperanza». En este contexto, la delegación de Pastoral Familiar subraya que «la familia es el lugar de encuentro y apertura, donde la persona se forma como individuo, pero también como miembro de una comunidad. Es, por tanto, una fuente de esperanza en una sociedad herida por el aislamiento, la soledad y la ruptura de los lazos comunitarios».