La Iglesia no se libra de la corriente de las fake news y a menudo sufre el descrédito de comunicaciones falsas e interesadas. Con el objetivo de aportar luz y certezas entre tanta confusión, recogemos aquí seis de los mitos que circulan sobre la financiación de la Iglesia y explicamos por qué no se ajustan a la realidad.
La Iglesia tiene una asignación anual en los Presupuestos Generales del Estado — FALSO
El Estado español y la Santa Sede firmaron en diciembre de 2006 una modificación en el sistema de asignación tributaria que entró en vigor al año siguiente. Desde ese momento, la Iglesia no tiene ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado. Son los ciudadanos los que libremente pueden decidir que el 0,7 % de sus impuestos se destine al sostenimiento de la labor de la Iglesia. Las campañas Xtantos, asociadas a esa modificación, nos animan a marcar la casilla de la Iglesia y nos informan del sistema de asignación tributaria. Por ejemplo, nos recuerdan que se puede marcar la casilla de la Iglesia, la de otros fines sociales, las dos al mismo tiempo o ninguna de ellas, y ello de forma totalmente gratuita. Además, Xtantos da a conocer la inmensa labor de la Iglesia, que contribuye a crear una sociedad mejor.
La Iglesia se sostiene con los impuestos de los españoles — FALSO
La Iglesia se autofinancia. El dinero que recibe, y que dedica a desarrollar toda su labor, tiene distintos orígenes:
- aportaciones directas de los fieles, ya sea por medio de colectas o de donativos y suscripciones;
- herencias y legados;
- y la asignación tributaria.
La cantidad que se recibe del porcentaje de los impuestos de los contribuyentes que marcan libremente la casilla de la Iglesia se reparte a través del Fondo Común Interdiocesano en función de las necesidades de cada diócesis. Este dinero es distribuido solidariamente, de forma que las diócesis que están en provincias con rentas altas ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada y, por tanto, con menor capacidad para su sostenimiento. El dinero procedente de la ‘X’ supone una media del 22 % de la financiación de las diócesis, aunque puede alcanzar el 75 % en el caso de los territorios con menos recursos.
La Iglesia tiene un régimen fiscal especial y no paga IVA — FALSO
La Iglesia no tiene ningún régimen fiscal especial, único o distinto del de otras entidades. Está sujeta a la Ley de Mecenazgo del año 2002, exactamente igual que todas las ONG e instituciones, asociaciones o fundaciones del sector no lucrativo. Y paga el IVA que le corresponde desde 2006, cuando quedó eliminada la exención que estaba vigente hasta esa fecha.
Cada vez menos españoles marcan la casilla de la Iglesia en su declaración de la renta — FALSO
Desde que se estableció el nuevo sistema de asignación tributaria a partir de 2007, el número de contribuyentes que marcan la casilla de la Iglesia y que reconocen su labor ha ido aumentando año tras año. En concreto, en la campaña de la renta de 2022, correspondiente al IRPF de 2021, el número absoluto de personas que marcaron la casilla de la Iglesia aumentó en 84.201 declaraciones. Con este aumento, el número de personas que manifiestan su confianza en la labor de la Iglesia a la hora de hacer la declaración de la renta ha superado la barrera de los 8,5 millones de personas.
La Iglesia es una «gran inmobiliaria» que hace negocio con los bienes de interés cultural (BIC) — FALSO
Las distintas instituciones de la Iglesia son titulares de más de tres mil bienes inmuebles declarados de interés cultural (BIC). La Iglesia administra, cuida y pone a disposición de toda la sociedad estos bienes, que cumplen una función religiosa y, en muchos casos, también una función cultural. En su inmensa mayoría, dichos bienes generan importantes costes de mantenimiento y conservación para la Iglesia, que asume al entender que forma parte de su misión. La inmensa mayoría de esos bienes tienen naturaleza no enajenable, con lo que la posibilidad que algunos apuntan de hacer negocio es inexistente. Son muy pocos los bienes «económicamente rentables» para la Iglesia. Sin embargo, como acreditó un informe de la auditora KPGM, la puesta a disposición de la sociedad de dichos bienes reporta a la economía nacional más de 22.000 millones de euros al año. Pero incluso aquellos pocos bienes que reportan recursos, estos son aplicados a fines culturales (restauración de patrimonio) o a los fines propios de la Iglesia, entre los que destaca la ayuda a proyectos sociales.
Las cuentas de la Iglesia son opacas — FALSO
Ser transparentes es uno de los compromisos de la Iglesia católica. Algo que se ve reflejado cada año en la correspondiente memoria que edita la Conferencia Episcopal Española y que supone un gran ejercicio de rendición de cuentas. La Iglesia explica con claridad qué se ha realizado con el dinero de los ciudadanos que han elegido marcar libremente la casilla de la Iglesia en su declaración. Por eso, la memoria anual recoge al detalle cuál es la cantidad definitiva que asignaron a la Iglesia los contribuyentes en el último ejercicio fiscal. Y, más allá de cifras, la memoria también cuenta qué es la Iglesia y hasta dónde llega con los recursos que tiene. Desde 2011, toda esta contabilidad se somete a una exhaustiva revisión externa, que realiza una de las grandes consultoras independientes de nuestro país. La Iglesia, además, firmó en 2018 un acuerdo de colaboración con Transparencia Internacional en el que se plasman por escrito sus compromisos en este ámbito.