Ayer, la parroquia de Santiago de Vigo acogía una celebración protagonizada por decenas de jóvenes diocesanos: la vigilia de la Inmaculada Concepción, organizada por las delegaciones de Pastoral Juvenil y Pastoral Vocacional, a través de la cual también se festejaba el Día del Seminario —jornada trasladada del 19 de marzo, al 8 de diciembre debido a la pandemia del coronavirus—.
El acto comenzó a las 19:30 de la tarde con una Eucaristía presidida por el nuncio apostólico en España Bernardito Cleopas Auza, quien ha acudido a la ciudad para celebrar la misa de acción de gracias en la Concatedral de Vigo que, el pasado mes de julio, recibía el título de Basílica Menor por parte del papa Francisco. Junto al nuncio apostólico, el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, co-celebraba la misa.
Los jóvenes se encargaron de preparar cada detalle, desde los cantos hasta la lectura de la Palabra y la creación de las peticiones, en las que estuvieron especialmente presentes las vocaciones al sacerdocio.
El obispo, Luis Quinteiro Fiuza, dedicó unas palabras a los protagonistas de la velada, invitándolos a dar un paso al frente en la Iglesia, en su vocación, como la Virgen María en el momento de la Anunciación —cuando el ángel Gabriel le anuncia que será la madre de Jesús, hijo de Dios—, con una respuesta firme y comprometida porque «la Salvación del mundo depende de la respuesta de los jóvenes al Señor», explicó el pastor de Tui-Vigo.
Finalizada la misa, los jóvenes disfrutaron de un rato de adoración ante Jesús Eucaristía, guiada por el delegado de Pastoral Vocacional, Ángel Carnicero, quien, recogiendo el testigo del obispo de Tui-Vigo, incidió en la importancia de responder a la vocación que Dios regala a cada joven en el ámbito concreto de su vida, ya sea al sacerdocio, al matrimonio o a la misión, siguiendo el ejemplo de la Virgen María.
