El domingo 26 de febrero, a las 12 horas, en el templo parroquial de Santa María de O Porriño, la diócesis de Tui-Vigo celebrará el rito de admisión de Manuel Marín Cobos, como aspirante al orden del diaconado permanente. El obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro, presidirá esta celebración con la que el aspirante comienza la etapa de formación y discernimiento para su posterior ordenación diaconal. En la actualidad, la diócesis de Tui-Vigo cuenta con 5 diáconos permanentes, que colaboran en las necesidades de la Iglesia en diferentes ámbitos de la pastoral diocesana, y 3 aspirantes en proceso de formación —entre ellos Manuel Marín—.
Sobre Manuel Marín Cobos
Manuel Marín Cobos (Lucena, 1964) crece en una familia numerosa de cinco hermanos varones. A los 18 años, ingresa en la Marina Española con vistas a hacer su futuro en la Armada. Durante su estancia en la Academia Militar de la Etea, en Vigo, hace un cursillo de cristiandad en el que conoce a la que hoy en día es su esposa, María Fernanda López, con quien contrae matrimonio en 1988; fruto de la unión conyugal tienen dos hijos. En 1990, deja la Marina y comienza su trayectoria laboral en la empresa de Aceros Inoxidables del Grupo Acerinox que, en 1997, lo trasladará a O Porriño como delegado comercial.
Desde que se establece su residencia en O Porriño, acude asiduamente a la parroquia de Santa María en la que, poco a poco, va comprometiéndose como acólito durante las celebraciones litúrgicas y participando en diversos grupos parroquiales como la Adoración Nocturna o la Pastoral de la Salud. En el año 2020, gracias al acompañamiento de sus párrocos Manuel Rivero y Joaquín Estévez, comienza un proceso de discernimiento acerca del diaconado permanente. En 2021, tras realizar un curso de Teología, comienza su formación para recibir este sacramento al Orden.
Sobre la figura del diaconado permanente
Un diácono —del griego diakonos, que significa «servidor»— es el fiel laico que recibe el tercer grado del sacramento del Orden por la imposición de las manos del obispo y queda constituido y habilitado para servir al Pueblo de Dios en la diaconía de la Palabra, de los Sacramentos y de la Caridad. Hay dos clases de diáconos: los diáconos «transitorios», que un día serán ordenados presbíteros, y los diáconos «permanentes», que son ordenados sólo, y para siempre, para el diaconado. El diaconado permanente puede ser conferido a hombres célibes o casados, como en el caso del nuevo candidato al diaconado Manuel Marín. En tal circunstancia, debe pedirse el consentimiento de la esposa.
Entre las funciones de los diáconos, cabe destacar: instruir a los fieles; asistir al obispo y a los presbíteros en la Liturgia; predicar la homilía cuando fuera necesario; administrar el sacramento del Bautismo; asistir y bendecir el Matrimonio, así como personas y objetos; llevar la eucaristía a los enfermos; la cura pastoral de un parroquia, bajo la dirección de un sacerdote; presidir la celebración de la Palabra, las exequias y responsos fúnebres e, incluso, la celebración dominical en ausencia del presbítero —sin poder consagrar la Eucaristía—.