El miércoles 24 de mayo, la parroquia-santuario de María Auxiliadora en Vigo celebró la fiesta en honor a su patrona. Desde primera hora de la mañana y hasta la noche, hubo misas en el templo parroquial, donde, a las 19 horas, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro, presidió la eucaristía solemne recordando que «el espíritu de san Juan Bosco y de María Auxiliadora son una fuerza nueva» para acrecentar la ilusión de la ciudad olívica, marcada por el carisma salesiano.
Durante su intervención, el prelado tudense manifestó que «María es la que nos lleva a Jesús, por eso san Juan Bosco cuidó de una manera singular la presencia de María en sus comunidades» y añadió que, en el mundo actual, la Iglesia necesita buscar «una manera nueva de entender el corazón, de acercarnos a los demás, de sentir cerca a los pobres y necesitados, de estar entre los jóvenes y entre los niños… Tenemos que recuperar la manera de María»
A pesar de los nubarrones grises, finalizada la eucaristía, el cielo permitió que la imagen de la virgen, en su advocación de María Auxiliadora, recorriera las calles de la ciudad, acompañada también de las imágenes de san Juan Bosco y santo Domingo Savio, que un grupo de jóvenes portó durante todo el recorrido.
Además de la novena en honor a la virgen predicada por el sacerdote salesiano y párroco del Santuario, Jesús Vivanco, y de los actos propios del día, el sábado anterior a la fiesta de María Auxiliadora, la Adoración Nocturna de Tui-Vigo también organizó una vigilia mariana.