Medio centenar de jóvenes participaron como voluntarios de la Peregrinación Europea de Jóvenes, que tuvo lugar en Santiago de Compostela del 3 al 7 de agosto con motivo del Año Santo Jacobeo. Además de la presencia de la Pastoral Juvenil y Universitaria, el obispo de Tui-Vigo, Mons. Luis Quinteiro fue el encargo, en primer lugar, de acoger la llegada de los más de 400 voluntarios gallegas en la eucaristía del domingo 31 de julio, en la capilla del Seminario Menor de Belvís; en segundo lugar, impartió una de las catequesis previstas para esa semana.
Catequesis basadas en la Christus Vivit
En total, los peregrinos pudieron disfrutar de tres sesiones de catequesis basadas en el capítulo 4 de la Christus Vivit, la exhortación apostólica postsinodal que el papa Francisco dedicó a los jóvenes. El Espíritu da vida, Él vive y te quiere vivo y Dios te ama fueron los títulos de las sesiones impartidas por diferentes obispos de España —entre los que se encontraba Mons. Luis Quinteiro, obispo de Tui-Vigo—.
Tras cada sesión, un joven daba testimonio de la fe en relación al tema tratado en cada ocasión, seguido de un espacio de compartir por grupos entre los peregrinos asistentes a la catequesis. Al final de ese momento de compartir, los jóvenes se reunían nuevamente para expresar sus dudas al obispo catequista de esa mañana.
El jueves 4 de agosto, el prelado de Tui-Vigo impartió la catequesis El Espíritu da vida, en el templo de las hermanas Mercedarias de Santiago, ante jóvenes procedentes de Valencia y San Sebastián. Gracias a la grabación realizada por la diócesis de San Sebastián, ha sido posible transcribir la catequesis y el diálogo posterior de Mons. Luis Quinteiro con los jóvenes.
Catequesis
Diálogo con los jóvenes
Miguel González: «Son los pequeños momentos de la PEJ los que te llenan el corazón de una manera increíble»
Los jóvenes de la provincia eclesiástica de Galicia asistieron a la PEJ como voluntarios, es decir, como responsables de acoger y acompañar a los 12 mil peregrinos de toda España que acudieron a Santiago. La diócesis de Tui-Vigo contó con la participación de un centenar de jóvenes que, entre otras muchas tareas, fueron responsables de alojamientos o de grupo. Para Miguel González la experiencia ha supuesto «al principio, estar cansado, agotado, sudar mucho… Después de todo ese esfuerzo y estrés, llegar a la vigilia y ver a los peregrinos disfrutar —cantar, bailar…— fue indescriptible. Son los pequeños momentos de la PEJ los que te llenan el corazón de una manera increíble: el mío fue la vigilia».
Como él, decenas de jóvenes han vuelto a Vigo con el corazón cargado de energía para afrontar la realidad de una nueva forma: a algunos de ellos, les tocará enfrentarse al inicio o al final de la etapa universitaria; a otros, su último curso de bachillerato; a todos, la vuelta a la normalidad después de haber vivido una experiencia eclesial de Iglesia por la que han dado gracias durante el mes de agosto en su habitual encuentro: la Oración Joven que cada miércoles les reúne entorno a la adoración eucarística.
